La principal industria de Marbella y de la Costa del Sol es el turismo. Aunque parezca que todos lo tenemos claro, algunos no lo tienen tanto. Esos algunos son los de siempre.
Llevamos años rechazando de forma contundente las prospecciones de gas en la Cota del Sol. Por la distorsión que crea en la flora y fauna marina, por el perjuicio sobre la pesca tradicional y por ser una amenaza brutal contra el turismo, elemento que en época de crisis demuestra que es el más fuerte y estable pilar de nuestra economía.
El pasado miércoles, con Pedro Sánchez, escenificamos en el Senado, junto a compañeros de la Costa del Sol y senadores de las Islas Baleares y Canarias, nuestro rotundo rechazo a las PROSPECCIONES DE HIDROCARBUROS.
El proyecto Siroco, el que afecta a la Costa del Sol, pretende hacer prospecciones de gas a tan sólo 7 kilómetros de nuestras playas, algo inaudito e inaceptable. Debemos evitar que intereses privados como los de REPSOL con la connivencia del PP y los alcaldes de la costa, entre ellos la de Marbella, aniquilen el futuro de las próximas generaciones.
Al día siguiente se debatió en el Senado una iniciativa para rechazar dichas prospecciones. El PP votó en contra de rechazar las prospecciones alineándose con los intereses privados. Los senadores del PP de Mallorca rompieron la disciplina de voto y votaron rechazar las prospecciones, defendiendo su tierra. Los senadores de Málaga, siguiendo la actitud de los alcaldes del PP, votaron a favor de las prospecciones traicionando a sus vecinos y condenando nuestro futuro.
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